Las voces de los Seminaristas
Por Yanire Castejón
El ambiente de paz y armonía que se respiró en esos días de jornadas, estuvo enriquecido por la excelente compañía de los Seminaristas. Nobles muchachos jóvenes, de trascendental conversación y limpia mirada. Que presurosos brindaban ayuda y asistencia a todos los que precisaban de información, orientación o suministros.
Se vivieron experiencias únicas de conocimiento y de compartir y entre esas vivencias, quiero destacar los momentos mágicos que nos regocijaron en el comedor del Seminario cuando, disfrutando de los videos musicales que los Seminaristas colocaron para nosotros, y que imprimían a nuestra comida ese aditivo tan especial como lo es la música, que enriquece el alimento y lo hace doblemente placentero,… los oímos cantar tímidamente…
Resultaba tan bonito oírlos cantar por debajito que no pudimos evitar el invitarlos a cantar en voz alta…y he aquí el resultado de tanta alegría.